¿A qué sección del blog quieres ir?

domingo, 29 de abril de 2018

La dama y el monstruo.




"Le miré a los ojos y ella me miró a mí. Nos separaban unos cientos de millones de litros de agua y unos cientos de miles de años de evolución. Mundos distintos, ambos bellos y, a un mismo tiempo, monstruos. Eternos enemigos de la más inconsciente de las formas; condenados a vivir separados y, sin embargo, ahí estábamos, juntos. Habitantes temporales de un mismo espacio, sólo uno de los dos habría sobrevivido a nuestro inesperado encuentro, pero la vida, una vez más, nos quiso enseñar aquella inquietante lección. 

Y allí estaba yo, de pronto consciente de todo, sabiendo quién era yo y quién ella, sintiendo el miedo mutuo, comprendiéndolo. Algo golpeó en mí e hizo el milagro de dejarme dar ese pequeño pero inmenso paso que me unió al ser que tenía en frente que, valiente, se acercó a mí. Relajado, la dejé hacer. Cautelosa, posó su mano en mi hocico y la luz siguió ahí, abriendo mi prehistórica mente y permitiéndome ir más allá de lo que el puro instinto me pedía hacer, protegerme. 

Protegerme de aquella osada que se atrevía a tocar al monstruo. Pero no lo hice, dejé que me explorase, que admirase mi belleza como yo admiraba la suya. De pronto nada nos separaba, éramos un todo, un igual. Dos seres coexistiendo en un mismo medio que habían tenido la fortuna de encontrarse y tocarse. Dos monstruos incomprendidos, dos depredadores abandonados, dos animales diferentes, a los que una desconocida magia les permitió unirse, y verse, y sentirse, y comprenderse, y saber. Dos piezas de un todo que, extraña y osadamente, habían encontrado la forma de fusionarse durante unos instantes que, en realidad, duraron para siempre".


No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...